10 de diciembre de 2015

En bici por la comarca : Bordecorex - Rebollo de Duero - Berlanga de Duero


Esta ruta permite conocer la zona que forma el  triángulo entre Bordecorex , el río Duero y Berlanga . Se recorren unos 50 kms  atravesando colinas de encinas y quejigos, el valle del río Duero y las llanuras de tierras de Berlanga. Recorre una de las comarcas más despobladas de España, atravesando pueblos que apenas alcanzan los 20 habitantes, a excepción de Berlanga.
El día amanecía algo frio (aunque  no tanto como para estar ya en diciembre), ventoso y nublado, pero no era cuestión de desaprovechar uno de las jornadas del  ansiado puente de diciembre.

campos bajo atalaya de la Ojaraca
Partía de Bordecorex con calma por la carretera en dirección a Caltojar a través del final del valle del rio Torete , contemplando con sosiego la policromía del  Rostralbo a mi derecha y los restos de la impasible atalaya de la Ojaraca a mi izquierda . A los 4 kms alcanzo Caltojar y decido seguir recto por el camino forestal, más incómodo y lento que la carretera, pero a salvo de posibles  conductores  “rapidillos”.  
 Caltojar
El camino es totalmente recto, a modo de valle pero sin rio, hasta Casillas de Berlanga, donde tomo la desviación a la derecha comenzando una subida hacia las colinas, las cuales se coronan de un bosque de encinas y quejigos.
Casillas de Berlanga
La pequeña meseta no se extiende mucho y pronto comienza una continua bajada de unos 2 kms que me llevará directo hasta el valle del Duero.  Justo antes de llegar a la carretera principal y atravesarla para visitar Rebollo de Duero y su Matilla , me topo con los restos de lo que fue la vía del ferrocarril entre Valladolid – Ariza, hoy totalmente abandonada  y conquistada por la vegetación. 

señal de cruce de vias en desuso


Nada más cruzar la vía muerta y la carretera me saluda el pueblo de Rebollo de Duero. Mi interés en este punto es visitar la dehesa, localmente conocida como la “Matilla de Rebollo”. Se trata de un enclave de alto valor ecológico representativo de un ecosistema autóctono que se ha ido formando a lo largo de cientos de años. La dehesa es colindante con el rio Duero, y  alberga magníficos fresnos catalogados como los mayores de Soria, y ejemplares de mimbreras consideradas de las más grandes de España.
el árbol que mana
rio Duero

rio Duero

Después de visitar la Matilla en total soledad, prosigo camino hacia el oeste. Mi próximo destino es Fuente Tovar . A partir de aquí hay que evitar la carretera ( en este tramo los conductores dejan de ser “rapidillos” para pasar a emular  directamente  a Fernando Alonso) , y busco un camino a un lado del valle que vaya paralelo a la carretera y a la antigua vía férrea . En algún punto el sendero se me hace algo confuso y tengo que volver  sobre mis pasos para encontrar la dirección adecuada.
De repente tras una pequeña colina ya diviso Fuente Tovar . Lo atravieso sin encontrarme a nadie en sus calles. Paso por aquí alrededor de la 14:15h y los pocos habitantes y visitantes que hubiera estos días debían estar en sus casas  comiendo.
Fuente Tovar
 
Me resulta curioso el modo en que se ha aprovechado el exterior de uno de los muros de la iglesia como pared de frontón. 
Iglesia-frontón en Fuente Tovar




 geometría agrícola

A los 2 kms de dejar  Fuente Tovar el camino se bifurca y tengo que decidir si voy hacia la derecha cuesta  abajo, o hacia la izquierda cuesta arriba. Las piernas se inclinan por la primera opción, pero la cabeza me dice que consulte el mapa, y gracias a ello, tiro hacia arriba, comprobando a posteriori que era la decisión acertada. La cuesta es larga, pero con paciencia y el plato pequeño  de la bici alcanzo la cima de la colina, y desde allí una fuerte bajada me deja prácticamente en el cañón de Berlanga.  Tras serpentear unos 300 metros por el primer tramo del cañón aparece al fondo, sobresaliendo entre las paredes de la garganta, la torre de la Colegiata de Berlanga. 
 Son cerca de las 15:00h, y decido que este es el paraje perfecto para  parar un poco y comerme el bocadillo, arrullado por el sonido del rio, y contemplando la imponente imagen del castillo de Berlanga colgando sobre el cortado.
Tras unos 30 minutos de avituallamiento y descanso, me paso a  dar una vuelta rápida por Berlanga ( pasar por aquí y no detenerse un poco a contemplar sus soportales, su fuente de los cuatro caños, su Colegiata, el rollo , o una fachada plateresca en una calle es casi pecado ) . Termino rodeando el castillo y cojo de nuevo el camino del  cañón del rio. Desde aquí  el sendero  forestal    es totalmente recto  y plano hasta Bordecorex , dejando a un lado los pueblos de Ciruela , Casillas de Berlanga y Caltojar entre campos de cultivo. 
 
A la altura de la ermita de San Baudelio , en una pequeña curva , sorprendo a un grupo de buitres posados a escasos metros, que no dudan en levantar el vuelo a los pocos segundos de pararme a observarlos, confirmando su carácter asustadizo.
 la ermita de S. Baudelio desde el camino
                                                         
Sobre las 17:00h llegaba a Bordecorex , después de una gratificante jornada cicloturista, que me ha ayudado a conocer un poquito más la austera belleza de la comarca , a ese ritmo pausado pero a la vez ambicioso en kms que te permite la bicicleta.  
Datos y perfil del recorrido :


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